En paralelo con los proyectos de iluminación, Alfredo Acosta dedica una gran parte de su tiempo a experimentar con la iluminación artística y a explorar conceptos e ideas que iluminan lo no iluminado.
El punto en común de sus experimentos es un diseño sensorial que busca la conexión emocional con las personas. Proyectando luz y sombras sobre esferas, geometrías e incluso tipografías, genera formas sugerentes que crean emociones y nos transporta a espacios imaginarios y estimulantes.